Hace pocos días se conoció por los medios periodísticos de un grave accidente en la autovía Nicolás Avellaneda de la ciudad de Resistencia (Chaco) donde muere un joven de 29 años cuando su
vehículo quedó incrustado en un “guardarrail”.
Estos dispositivos, llamados guardarrail,
de demostrada utilidad para evitar salidas de la vía de vehículos de cuatro
ruedas, en la medida que los mismos estén debidamente colocados y con el
señalamiento pertinente , caso contrario se convierten en trampas mortales para
los usuarios que transitan por la vía, ni hablar de las motocicletas, y en
menor medida, para los ciclistas.
Estos elementos, provocan un
elevado número de muertos y de lesionados graves, como el ocurrido el pasado 25
de diciembre/2016, donde lamentablemente el conductor no pudo escapar de la
muerte, los peritajes revelaran las causas, pero más allá de las mismas, hay
una responsabilidad del Estado por las
lesiones provocadas por un guardarrail (asesino) en el automovilista,
recalcando que el tipo de elemento de protección vial fue quien
provoco las lesiones concretas del accidente que causo la muerte.
Las autoridades competentes en el
mantenimiento y control de la autovía deberán asumir la responsabilidad y
subsanar en forma inmediata estas cuestiones para que la seguridad vial no sea
causante de muerte o lesiones, sino de salvataje de vidas.
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