El estudio vinculado con los costos de los siniestros viales, además del perjuicio que ocasiona en la pérdida de vidas humanas, demostró también un incremento en los costos económicos que provocan al país. Desde hace diez años, el ISEV desarrolla una actividad específica en la formulación de matrices que permitan evaluar tales pérdidas económicas. Estamos en condiciones de informar que el costo mínimo inmediato que los accidentes de tránsito generaron a la sociedad argentina en el pasado año 2009 fue de 823.931.315 dólares (Como Costo total representa más de 8 mil millones de la divisa norteamericana). En 2008, el costo mínimo inmediato había sido de 718.458.770 dólares (Costo total: más de 6 mil millones). Debe quedar muy en claro que los resultados de la aplicación de dicha matriz, son el piso mínimo que le cuesta a la sociedad el accidente vial grave, en forma directa y prácticamente inmediata. El costo total, que incluye además a la inmensa cantidad de accidentes leves (con costos materiales y lesionados leves), supera largamente (entre 7 y 10 veces) la cifra que se alcance con esta matriz. Frente a estas enormes pérdidas (alcanza el 2% del PBI del país): ¿Cuál es la respuesta de la sociedad argentina? En el sector privado aún son numerosos los sectores y empresas que no invierten seriamente en la materia, buscando prevenir y gerenciar su riesgo en forma eficiente. Por otra parte, la responsabilidad social empresaria en el tema recién a comenzado a partir de la suscripción de la Carta Argentina de la Seguridad Vial, el año pasado. En el sector público, en tanto, no existe aún compromiso económico de inversión reflejado en las cuentas básicas de la comunidad organizada, es decir, en el Presupuesto Ordinario de la Nación, más allá del fondo especial constituido por el 1% de las pólizas de seguro automotor establecido en la Ley 26363
Argentina Chaco, Ciudad de Resistencia Av. Avalos 535 Tel. 54 9 362-15 4371910 geduvial@gmail.com
TOYOTA retira 8 millones de vehiculos del mercado
LA SEGURIDAD PRIMERO…. El gigante automovilístico Toyota retiró 436.000 unidades del Prius 2010 debido a un problema en el sistema de frenos del vehículo híbrido. El retiro de los autos fue anunciado en el 9 de f ebrero de2010. En los últimos meses, Toyota retiró aproximadamente ocho millones de autos en todo el mundo debido a aceleradores que podían atascarse o adherirse a las alfombras de piso.
Mientras tanto, el Washington Post reveló que el mayor asegurador de autos del país, State Farm, ya había alertado a los reguladores federales de seguridad en 2007 sobre los problemas que presentaban algunos modelos de Toyota. Los reguladores esperaron más de un año antes de presionar a la Toyota para que retirara las unidades del mercado.
Mientras tanto, el Washington Post reveló que el mayor asegurador de autos del país, State Farm, ya había alertado a los reguladores federales de seguridad en 2007 sobre los problemas que presentaban algunos modelos de Toyota. Los reguladores esperaron más de un año antes de presionar a la Toyota para que retirara las unidades del mercado.
Aumentó casi 30% la cantidad de heridos graves por accidentes viales en sólo tres años
Aumentó casi un 30 por ciento la cantidad de heridos graves por siniestros viales en los últimos tres años. La estadística promedia todo el país. Una de las causas es el aumento del parque automotor y otra la mayor utilización de los cinturones de seguridad, que evitan la muerte de los pasajeros. Según el Instituto de Seguridad y Educación Vial, en 2009 un tercio de las cuarenta mil personas heridas quedó con discapacidades físicas permanentes.
CAMBIAR LA CULTURA TRANSGRESORA
En nuestra ciudad de Resistencia (Chaco) , existe un elevado porcentaje de vehículos afectados a los servicios de taxis /remises cuya antigüedad excede la fijada por las normas vigentes y muchos vehículos no se encuentran en condiciones de brindar un buen servicio al consumidor.
Se puede comprender que los trabajadores / licenciatarios cuentan con dificultades para el mantenimiento de sus respectivos servicios y que la rentabilidad de la actividad, en general no responde a los niveles que permitan la renovación de las unidades con la periodicidad que es de suponer resulta económicamente equilibrada. Esta circunstancia genera un ciclo de reparaciones más periódico con los consiguientes costos y pérdida de ingresos por la falta de una actividad sustentable.
La realidad actual de nuestra ciudad no es ajena a todos los ciudadanos, pero eso no habilita a ser transgresores de las normas, higiene y comportamiento social, además de tener presente que día tras día el peligro vial asecha nuestras calles.
Es función del Estado Municipal en relación a las circunstancias socio-económicas en que nos desenvolvemos, preservar las fuentes de ingresos de las familias dependientes de esta actividad. Sin que ello se deprecie el cumplimiento de sus obligaciones en propender a un servicio eficiente y seguro que se presta a los usuarios de la ciudad y de quienes vienen como turistas o trabajo.
Hoy mas que nunca estamos convencidos que la seguridad vial y en particular de los usuarios del servicio de taxi/remis debe garantizarse mediante los mecanismos de control ya que las unidades afectadas a las tareas de taxis y/o remises sufren por su condición de uso e intensidad, mucho mayor desgaste que un automotor particular, aunque en su mayoría también son usados como auto familiar.
Observamos también un comportamiento agresivo y actitud descortés en la prestación del servicio de remises con respecto al tránsito en las calles y rutas, esto responde fundamentalmente a no aceptar reglas implícitas y explícitas que regulan su interacción en la sociedad y que determinan un modelo de relación y convivencia social. En este tramado de reglas de comportamiento hay optar por un modelo de convivencia civilizada y desprenderse de un modelo de “ley de la selva” donde impera el más fuerte y hábil mediante procedimientos autoritarios y sectoriales.
En un modelo de convivencia es importante la armonización cultural, social y jurídica que coexisten en la regulación del accionar de los diversos actores (automovilistas, ciclistas, motociclistas, peatones y Estado) en el tránsito vial, la educación vial, los conocimientos de las reglas básicas viales en el manejo y conducción, determinan aspectos y valores relevantes de la “Cultura Ciudadana”.
A modo de síntesis estas son algunas de las creencias que regulan el comportamiento generalizado en las acciones que se desarrollan en la prestación del servicio de remises en un espacio público como lo es el tránsito:
· Las normas están hechas para el otro. Siempre hay alguna justificación o razón válida para incumplirlas, incluyendo la inobservancia por parte de los otros. La transgresión al ser generalizada habilita a ser transgresores. Si todos transgreden no seré yo el único cumplidor.
· La inseguridad y el desorden existente habilita a violar ciertas normas de tránsito especialmente el semáforo en rojo a determinadas horas del día, no darle la prioridad al peatón o ciclista, frenar en cualquier circunstancia si tener en cuenta quien viene atrás.
· Si no hay quien vigile, esto habilita a realizar las maniobras que mas cómoda resulta, estacionando donde se quiere, girar sin avisar, colocar al vehículo luces NO REGLAMENTARIAS, estacionar sobre la línea de cruce peatonal.
· La agresividad parece una forma de conducir hábil y grotesca, pensando que eso no es violencia. Pero lo es cuando los otros lo son.
· Todo aquel que maneja lento y en su mano es un idiota y todo aquel que maneja más rápido es un loco.
· Se pueden violar permanentemente todas las normas ya que, en general, no se controla ni se sancionan los incumplimientos. Eso da habilitación garantizada de impunidad.
· Siempre se piensa que toda penalización en la calle de una infracción “se puede arreglar”.
· No se acepta ningún intento de sanción a una infracción, ya que los inspectores o funcionarios esconden intenciones ocultas del Poder de turno o un claro afán recaudatorio que perjudica al trabajador.
· Los vehículos se lavan por fuera, y por dentro, luego se hará.
· Muchos vehículos sus vidrios laterales no se bajan o no se suben, pero igual se trabaja.
· El aseo personal del chofer parece no importar.
Así podemos seguir enumerando acciones de quienes tienen la responsabilidad del transporte de personas y de quienes tienen la responsabilidad del control, y este no debe pasar solamente si la documentación esta en orden, sino también por las demás cuestiones que hacen al buen servicio al consumidor, como lo establece la Ley 24.240.
Es requisito indispensable que todos los vehículos tengan aprobada la Revisión Técnica Obligatoria, practicada por los talleres acreditados para tal fin, ya que muchos de los vehículos que dicen llamarse remises están muy lejos de pasar esa verificación. Pero también debe existir un control permanente del Municipio en las calles y no permitir circular a vehículos que todos los ciudadanos vemos en las calles con pasajeros, es de suponer que los funcionarios municipales también los ven.
Como medida precautoria el Municipio no debe permitir la actividad laboral, a los licenciatarios que no tengan aprobada la Revisión Técnica Obligatoria y el cumplimiento de las normas de higiene y confort para los pasajeros.
A partir del eje “cambiemos la actitud transgresora” se debe procurar articular todas las acciones, tanto las existentes como las que surjan de las instancias participativas, a los fines de potenciar los objetivos que se deben plantearse desde el municipio como autoridad de aplicación de las normas. Este procedimiento no significa ceder y/o conceder privilegio alguno, por el contrario , todo será creíble y socialmente aceptado cuando se construya para todos por igual y no para minorías que pretenden ejercer con procedimientos arbitrarios el caos para lograr sus objetivos.
Los ciudadanos esperamos comenzar la construcción de una mejor calidad de los servicios que se prestan en la ciudad, es tiempo que el servicio de taxi/remises comience su desarrollo como otras importantes ciudades van logrando estas prestaciones, con una firme decisión municipal.
Se puede comprender que los trabajadores / licenciatarios cuentan con dificultades para el mantenimiento de sus respectivos servicios y que la rentabilidad de la actividad, en general no responde a los niveles que permitan la renovación de las unidades con la periodicidad que es de suponer resulta económicamente equilibrada. Esta circunstancia genera un ciclo de reparaciones más periódico con los consiguientes costos y pérdida de ingresos por la falta de una actividad sustentable.
La realidad actual de nuestra ciudad no es ajena a todos los ciudadanos, pero eso no habilita a ser transgresores de las normas, higiene y comportamiento social, además de tener presente que día tras día el peligro vial asecha nuestras calles.
Es función del Estado Municipal en relación a las circunstancias socio-económicas en que nos desenvolvemos, preservar las fuentes de ingresos de las familias dependientes de esta actividad. Sin que ello se deprecie el cumplimiento de sus obligaciones en propender a un servicio eficiente y seguro que se presta a los usuarios de la ciudad y de quienes vienen como turistas o trabajo.
Hoy mas que nunca estamos convencidos que la seguridad vial y en particular de los usuarios del servicio de taxi/remis debe garantizarse mediante los mecanismos de control ya que las unidades afectadas a las tareas de taxis y/o remises sufren por su condición de uso e intensidad, mucho mayor desgaste que un automotor particular, aunque en su mayoría también son usados como auto familiar.
Observamos también un comportamiento agresivo y actitud descortés en la prestación del servicio de remises con respecto al tránsito en las calles y rutas, esto responde fundamentalmente a no aceptar reglas implícitas y explícitas que regulan su interacción en la sociedad y que determinan un modelo de relación y convivencia social. En este tramado de reglas de comportamiento hay optar por un modelo de convivencia civilizada y desprenderse de un modelo de “ley de la selva” donde impera el más fuerte y hábil mediante procedimientos autoritarios y sectoriales.
En un modelo de convivencia es importante la armonización cultural, social y jurídica que coexisten en la regulación del accionar de los diversos actores (automovilistas, ciclistas, motociclistas, peatones y Estado) en el tránsito vial, la educación vial, los conocimientos de las reglas básicas viales en el manejo y conducción, determinan aspectos y valores relevantes de la “Cultura Ciudadana”.
A modo de síntesis estas son algunas de las creencias que regulan el comportamiento generalizado en las acciones que se desarrollan en la prestación del servicio de remises en un espacio público como lo es el tránsito:
· Las normas están hechas para el otro. Siempre hay alguna justificación o razón válida para incumplirlas, incluyendo la inobservancia por parte de los otros. La transgresión al ser generalizada habilita a ser transgresores. Si todos transgreden no seré yo el único cumplidor.
· La inseguridad y el desorden existente habilita a violar ciertas normas de tránsito especialmente el semáforo en rojo a determinadas horas del día, no darle la prioridad al peatón o ciclista, frenar en cualquier circunstancia si tener en cuenta quien viene atrás.
· Si no hay quien vigile, esto habilita a realizar las maniobras que mas cómoda resulta, estacionando donde se quiere, girar sin avisar, colocar al vehículo luces NO REGLAMENTARIAS, estacionar sobre la línea de cruce peatonal.
· La agresividad parece una forma de conducir hábil y grotesca, pensando que eso no es violencia. Pero lo es cuando los otros lo son.
· Todo aquel que maneja lento y en su mano es un idiota y todo aquel que maneja más rápido es un loco.
· Se pueden violar permanentemente todas las normas ya que, en general, no se controla ni se sancionan los incumplimientos. Eso da habilitación garantizada de impunidad.
· Siempre se piensa que toda penalización en la calle de una infracción “se puede arreglar”.
· No se acepta ningún intento de sanción a una infracción, ya que los inspectores o funcionarios esconden intenciones ocultas del Poder de turno o un claro afán recaudatorio que perjudica al trabajador.
· Los vehículos se lavan por fuera, y por dentro, luego se hará.
· Muchos vehículos sus vidrios laterales no se bajan o no se suben, pero igual se trabaja.
· El aseo personal del chofer parece no importar.
Así podemos seguir enumerando acciones de quienes tienen la responsabilidad del transporte de personas y de quienes tienen la responsabilidad del control, y este no debe pasar solamente si la documentación esta en orden, sino también por las demás cuestiones que hacen al buen servicio al consumidor, como lo establece la Ley 24.240.
Es requisito indispensable que todos los vehículos tengan aprobada la Revisión Técnica Obligatoria, practicada por los talleres acreditados para tal fin, ya que muchos de los vehículos que dicen llamarse remises están muy lejos de pasar esa verificación. Pero también debe existir un control permanente del Municipio en las calles y no permitir circular a vehículos que todos los ciudadanos vemos en las calles con pasajeros, es de suponer que los funcionarios municipales también los ven.
Como medida precautoria el Municipio no debe permitir la actividad laboral, a los licenciatarios que no tengan aprobada la Revisión Técnica Obligatoria y el cumplimiento de las normas de higiene y confort para los pasajeros.
A partir del eje “cambiemos la actitud transgresora” se debe procurar articular todas las acciones, tanto las existentes como las que surjan de las instancias participativas, a los fines de potenciar los objetivos que se deben plantearse desde el municipio como autoridad de aplicación de las normas. Este procedimiento no significa ceder y/o conceder privilegio alguno, por el contrario , todo será creíble y socialmente aceptado cuando se construya para todos por igual y no para minorías que pretenden ejercer con procedimientos arbitrarios el caos para lograr sus objetivos.
Los ciudadanos esperamos comenzar la construcción de una mejor calidad de los servicios que se prestan en la ciudad, es tiempo que el servicio de taxi/remises comience su desarrollo como otras importantes ciudades van logrando estas prestaciones, con una firme decisión municipal.
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