10 DE JUNIO DIA INTERNACIONAL DE LA SEGURIDAD VIAL....

A pesar del año y medio de las restricciones por el COVID19, que se encuentra vigente en el país, más el Aislamiento Preventivo con la finalidad de disminuir los contagios del COVID-19; de una PANDEMIA universal, seguimos teniendo aun otra PANDEMIIA que no podemos resolver, que son los siniestros viales.

Las cifras de accidentes son angustiantes y entre las principales causales se encuentran, alta velocidad, la presencia de alcohol y las distracciones con el teléfono celular. Es necesario concientizar desde el Estado para evitar que la situación no siga este agrave derrotero.
Es necesario que los gobiernos tomen las decisiones correctas con la responsabilidad que el tema tiene y que las acciones "No se resuelvan solo cobrando multas por infracciones, si a esto no se le suma la PREVENCION…LA CONCIENTIZACION Y LA EDUCACION VIAL, el problema se agrava.
El Estado debe garantizar el cumplimiento de las leyes, también tratar el desvalor que termina con la ruptura de las normativas por la desobediencia social. "La sociedad tiene que tomar consciencia" con la ayuda del Estado. Hoy en plena pandemia y falta de lugares para la atención del COVID, sumado a la falta de vacunas para prevenir, en cada ciudad o pueblo todos los días se le suma la siniestralidad vial, poniendo en riesgo la salud pública.
Los siniestros en el tránsito representan un grave problema de salud pública por el alto costo económico y pérdida de vidas humanas, o los problemas de las lesiones que prolonga en tiempo útil su recuperación, que se suman al COVID 19. Es necesario que se tomen medidas urgentes para reducir su incremento. La sociedad civil y el Estado se deben comprometerse a la promoción de la seguridad en el tránsito, publicitando el problema que ocasiona la siniestralidad vial no solo a la Salud Publica, también a la economía y trabajar en soluciones eficaces, constituyendo alianzas para presionar en favor de una mayor seguridad en el tránsito, imponiendo LA EDUCACION VIAL OBLIGATORIA EN EL SISTEMA EDUCATIVO.


REDUCIR A 30 KILÓMETROS POR HORA LA VELOCIDAD EN «LAS CALLES URBANAS - ES SALVAR VIDAS»

LA VELOCIDAD MATA.....

La alta velocidad incrementa la chance de terminar con la vida de alguien.

«CALLES PARA LA VIDA» es ir buscando los instrumentos políticos, legislativos y ejecutivos para promover que el límite de 30 km/h sea una norma para la ciudad, como ya lo está siendo para muchas ciudades y pueblos en todo el mundo.

«Cada año más de 1,3 millones de personas mueren en accidentes de tránsito, esto es el 1% cada 24 segundos». “Tederos Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud, manifestó en una conferencia sobre siniestralidad vial, que necesitamos una nueva visión para crear ciudades seguras, saludables, verdes y habitables, teniendo calles de baja velocidad.

La evidencia muestra que limitar la velocidad de conducción a 30 km/h reduce significativamente las muertes y lesiones causadas por el tránsito. También promueve estilos de vida más saludable, poder caminar y andar en bicicleta con mayor seguridad, también contribuye a disminuir la contaminación del aire y bajar el ruido urbano.

La seguridad vial es la otra crisis pandémica que enfrentamos junto con la Covid-19, a esto le debemos sumar el deterioro climático por la contaminación ambiental.

 QUIENES ESTAMOS en esta cuestión de la Seguridad vial respaldamos el llamamiento a la campaña «Calles por la vida» de la OMS, y solicitamos a los organismos municipales y provinciales sanciones frente al exceso de velocidad, trabajando en programas para concientizar y educar para bajar la velocidad en las calles, siendo prioridad salvar vidas.  

Un vehículo a 30 km/h en un centro urbano conflictivo, posibilita el resguardo de los peatones y ciclistas, brindándole un marco de seguridad más aceptable. La propuesta debe darse mediante un plan integral de movilidad urbana, donde los vehículos no podrán circular a más de 30 kilómetros por hora, en determinado radio urbano específico, donde las restricciones deben ser aceptables, con una adecuada señalización, información y educación vial. Quizás sea necesario proponer una campaña social por todos los medios que estén a nuestro alcance, creando la necesidad y la conciencia social mediante una campaña que podemos denominarla “CALLE 30” buscando las formas de "aliviar tensiones en las calles" con todos los actores del espectro vial, desde los conductores de autos, los ciclistas y peatones tomen conciencia que es por la seguridad de todos.

Una "ciudad calma", permitirá recuperar y apropiarse la ciudad del espacio público, rediseñando los modos de circulación, con menos vehículos y más espacios "inclusivos y seguros". La movilidad urbana viene años tras años acarreando una saturación del parque automotor y de las motocicletas, por ello es necesario concientizar en querer “una amigable ciudad" con cambios importantes en el sistema vial, menos conflictiva, más tranquila y para ello es necesario trabajar con quienes usan las calles.

Los ciclistas, las empresas de delivery, los servicios de remises y taxis, las empresas de transporte público, las empresas comerciales, son los más protagonistas diarios de la vía, y con ellos debe empezar el trabajo en diseñar el uso sustentable, y las autoridades deberán escuchar los reclamos y las propuestas para confeccionar los programas y las regulaciones pertinentes.