En el diario vivir las personas
se capacitan para asumir nuevos retos y escalar posiciones a nivel personal,
no se puede ejercer una profesión si antes no se ha obtenido un conocimiento
adecuado que lo acredite como persona apta para ejercerla, pero a la hora de
conducir un vehículo el panorama cambia y de forma irracional buscamos
cualquier método fácil para lograrlo sin importar si se está poniendo en riesgo, no solo la propia vida, sino las del entorno y de la sociedad en general.
Una de las formas que más pérdidas de vidas que
se presentan a diario; son los accidentes de tránsito, que generalmente son cometidos por irresponsabilidad de los conductores, al origen y a la causalidad de los accidentes se le asigna el 95%, como factor humano y dentro de ese alto porcentaje ésta el de conducir con exceso de alcohol, en forma temeraria, con vehículos
en mal estado, con poca experiencia, sumándole la falta de conocimiento de las señales
de tránsito.
Todo esto podría tener otro
panorama si el futuro conductor antes de conducir un vehículo realiza no solo una
capacitación, sino tenga la posibilidad de asistir a una formación adecuada en contenido y tiempo para adquirir conocimientos, para poder ejercer de manera adecuada la conducción, porque la
mala formación en cuanto a normas, responsabilidad social y
prácticas en el manejo de vehículos, contribuye al aumento de los índices de siniestralidad.
Cada sociedad tiene, una cultura de tránsito que posee hábitos y actitudes muchas de ellas informales que los ciudadanos no siempre son conscientes del porqué existen y si son correctas o perjudican socialmente, solo se justifican como parte de la cultura ciudadana.
Uno de los grandes vacíos que
tiene la provincia del Chaco, es no cumplir con la Ley Nacional de Transito
24.449 y la ley de tránsito provincial Nº 4488 y la reglamentación correspondiente. La provincia no tiene incorporada en la currícula educativa la enseñanza de la Educación Vial Obligatoria en todos los niveles educacional, tampoco tiene Escuelas y Pistas de manejo, estatal o privado.