La pregunta es bien sencilla, ¿Te parece
peligroso circular en bicicleta por la ciudad? ¿Tienes miedo de que otros
no respeten tu espacio y pongan en
peligro tu integridad?
La cosa parece que ambas cosas
dificultan circular por la ciudad y para hacerlo se utiliza cualquier lugar
alternativo. Porque los municipios no
construyen carriles para el uso de las bici seguros y apropiados?, cuando la
bicicleta es parte de la solución al ordenamiento del tránsito y contribución al
cuidado del medio ambiente.
Hoy los ciclistas se juegan y ponen
el físico circulando con calles con
muchas barreras para un tránsito seguro, lomos de burro, tachas, baches, agua,
desniveles peligrosos que hace imposible el uso saludable de la bicicleta. Además
de aguantar, muchas veces,
impertinencias por parte de los conductores que, en realidad, no se dan cuenta
de que la calle no es de su propiedad, ni tan siquiera son usuarios con
derechos ilimitados, sino simplemente, usuarios.
Por eso nuestra propuesta de
trabajar pos de implementar en la ciudad carriles diferenciados, al menos en
forma experimental en algunos sectores junto a otras acciones que contribuyan a
una arquitectura urbana más comprometida con el resguardo de la vida.
Lo cierto es que si nos ponemos a
pensar, seguramente no todo será favorable y seguramente el resultado será NO HACER sin ni siquiera experimentar. Esta alternativa
no tiene por qué ser para todo el mundo.