MITOS Y REALIDADES


1 - Mito: "El casco afecta mi visión, no veo bien de costado"


Rebatido por los datos científicos. La visión periférica es de entre 200º y 220º. Los estándares de seguridad internacionales requieren que los cascos provean 210º de visión. Alrededor del 90% de los accidentes suceden dentro de un rango de 160º (la mayoría restante son choques por atrás), así que está claro que los cascos no afectan la visión periférica y no contribuyen a los choques.


2 - Mito: "Con el casco no puedo oir bien los sonidos de la calle".

Realidad: Rebatido por la ciencia. Los cascos reducen la sonoridad de los ruidos, pero no afectan la capacidad del motociclista de distinguir entre diferentes sonidos. La Universidad de California del Sur realizó 900 investigaciones profundas sobre accidentes con motos en el lugar del accidente y no detectó ningún caso en el que el motociclista no pudiera escuchar un sonido crucial del tránsito. Más aún, algunos estudios indican que los cascos son útiles para reducir el sonido del viento y proteger la audición.


3 - Mito: "En caso de accidente, los cascos provocan heridas en el cuello o médula espinal".

Realidad: La investigación ha probado que esto no es verdad. Cinco estudios  mostraron una mayor incidencia de lesiones severas en el cuello en aquellos motociclistas que no usan casco. Un estudio en Illinois, Estados Unidos, halló que los cascos reducen el número de heridas graves en la médula espinal.


4 - Mito: "Las leyes del uso del casco son inconstitucionales, violan los derechos individuales".

Realidad: Las cortes europeas y americanas han reconocido en forma constante que las leyes del uso del casco no violan el derecho individual. Todas las normas de tránsito requieren que los individuos actúen de una cierta forma, más allá de que lo quieran o no. Por ej., detenerse ante el semáforo, dar prioridad a los peatones, respetar el sentido del tránsito, etc. La legitimidad de éstas y otras disposiciones, se basa en que están dispuestas para la protección de la propia vida y la de los demás miembros de la sociedad. Las leyes del uso del casco no son diferentes a éstas.


5 - Mito: "Si me mato es asunto mío, sólo yo me perjudico".

Realidad: Para la sociedad, la muerte o discapacidad permanente de un individuo tiene consecuencias económicas y sociales serias, diversas y perdurables en el tiempo; desde el momento mismo en que se produce el accidente y la salud pública asiste al herido, lo levanta y lo traslada a un hospital público donde se le brinda toda la atención y tratamientos posibles. Si, después de recuperarse, queda con alguna discapacidad que le impide continuar con su trabajo anterior, se le brinda una pensión por incapacidad y la atención que pueda necesitar tanto él como su familia; por ello resulta indiscutible que el daño no es solamente personal.

Si fallece, además de la pérdida de su capital laboral, el pago de pensiones y la atención para sus seres queridos implican cargas para la sociedad.


6 - Mito: "Las motocicletas son un pequeño porcentaje de los vehículos registrados, por lo tanto los accidentes de motocicletas representan una minúscula carga para la sociedad"

Realidad: El índice de mortalidad es 16 veces mayor para los motociclistas que para los que viajan en auto, y el índice de heridos es 4 veces mayor.

USA CASCO - NO JUEGUES TU VIDA


 
 Para muchos es una boludez usar casco en un ciclomotor o moto de mayor cilindrada de uso urbano, argumentando infinidades de excusas, pero que en definitiva constituyen una falta grave de transito por ignorancia y negligencia por no respetar las normas vigentes. Hay que tener en cuenta  que un accidente a 50 km/h puede ser fatal...y las consecuencias muy graves.

Las estadísticas muestran que de cada 10 accidentes 7 de los afectados resultan seriamente lesionados o muertos por no contar con casco al momento del siniestro, esto  muestra la ausencia del uso del casco a pesar de las leyes y Ordenanzas municipales que obligan a utilizarlo y los beneficios de tenerlo puesto al momento de  una caída  o impacto con la moto.

En un accidentes las probabilidades de morir se incrementan 15 veces cuando se tripula una motocicleta, la protección por el uso del casco disminuye las posibilidades de morir hasta un 45% y las de sufrir lesiones graves hasta en un 65%. No hay nada más cierto que en caso de accidente, el casco es el único elemento de protección capaz de evitar las lesiones en la cabeza, sin duda las más graves, que llevan lesiones cerebrales no reversibles. Su uso reduce las muertes en un tercio y evita dos de cada tres lesiones cerebrales, este tipo de lesiones produce el 85% de los muertos y la mitad de los heridos en accidentes en moto, además de las discapacidades motrices o lesiones que llevan mucho tiempo de rehabilitación, que producen perdidas económicas y laborales.

Es cotidiano, muy común ver, en las calles motocicletas que circulan con tres y hasta cuatro personas a bordo, como algo establecido por una norma hecha por el uso y la costumbre que en el Chaco eso está permitido y aceptado socialmente.  Están también aquellos que viajan con chicos de corta edad y hasta con bebés en brazos. El peligro es tan grande como habitual en las crónicas periodísticas.  Tan habitual que ya se trabaja con estadísticas de siniestralidad en el Hospital de Niños por el creciente número de menores que deben ser atendidos por accidentes en moto y algunos de ellos graves y con secuelas muy complicadas y otras irreversibles.

Lo cierto es que, más allá de la letra de la ley, las transgresiones (no penalizadas) son moneda corriente. En cualquier calle, avenidas y rutas se ven motociclistas en contramano, sin casco o con el protector colgado de un brazo, a velocidades extremas, violando los semáforos o con más de un acompañante  y “muchas veces con menores”. Todas estas circunstancias constituyen infracciones que deberían ser penadas con el rigor de la ley nacional de tránsito, por las ordenanzas municipales, el  Código de Faltas Provincial  que regulan la circulación de vehículos por las calles de la ciudad.

Deben entender las autoridades policiales y municipales y por ende a quienes tienen la responsabilidad del control efectivo, que  “los menores no tienen que andar en moto hasta los 12 años porque hasta esa edad están en plena edad de crecimiento y fortalecimiento de los huesos del cráneo; además, los cascos para chicos son de juguete porque como la ley no permite a los menores andar en moto, no hay cascos homologados para ellos”.   

 También nos cabe como sociedad asumir que “hay una gran falta de conciencia  ciudadana respecto del cumplimiento de las normas de tránsito; y el tema de las motos genera una situación especial porque aunque haya controles, la capacidad operativa de los inspectores no es suficiente y no están debidamente  instruidos y capacitados para proceder en cualquier instancia y circunstancia y proceder a no dejar avanzar a quien o quienes llevan menores en las motos o más personas que las permitidas.

Como Gabinete de Educación y Seguridad Vial cuestionamos la falta de acciones de oficio por parte de los inspectores municipales. “Este punto debe ser tratado con urgencia en los Concejos Municipales y por el Consejo de Seguridad Vial Provincial con la finalidad de tratar el tema y generar políticas tendientes a  que las sanciones sean parte de la solución para evitar los accidentes”, y no ser solo procedimientos sansonatorios pecuniario. 


                                            NO SEAS BOLUDO……  USA CASCO




                                                              

EL ALCOHOL AFECTA EL SISTEMA NERVIOSO


Más allá de los límites, los controles y las sanciones,   lo importante es tener presente  que el alcohol, tiene efectos sobre la capacidad de conducción del conductor, por poco que beba y no llegue a darse cuenta. No es un capricho de los organismos de control, es una responsabilidad del Estado la prevención porque está comprobado internacionalmente por diferentes estudios y pruebas las consecuencias dolorosas del alcohol en la conducción.

Cuanto más alcohol se haya tomado, más notables son sus efectos y las deplorables condiciones  que el conductor demuestra, no hay que ignorar que una sola cerveza, y sin superar el límite legal permitido, ya no  se tiene la misma capacidad que sin  haber bebido la cerveza.

 El alcohol es una sustancia depresora del sistema nervioso central y afecta a su normal funcionamiento. Nuestro cerebro va a funcionar peor, más despacio, con peor capacidad.  En el caso de un conductor se manifiesta en:

      a)      Se  sobrevaloran los riesgos.
      b)      Se manifiesta en comportamiento impulsivo.
      c)       Siente una  falsa seguridad.
      d)      Disminuye la velocidad de reacción del conductor y sus reflejos.
      e)      Empeora la coordinación.
      f)       Empeora la capacidad visual, se ve peor de lejos.
      g)      Es más difícil calcular las distancias y la velocidad.

Si a los efectos del alcohol le sumamos las cargas emotivas y problemas del día a día, como tener que conducir de noche, regresar de una fiesta o reunión de amigos después de un día de trabajo, estamos cansados y aparecer el sueño, allí se empieza a notar que la  capacidad al volante se ve claramente disminuida.

Entre el 40 y el 50% de los accidentes mortales está presente el alcohol. El mejor consejo que se puede dar, para conducir con toda la precaución posible, y entender que “si bebes, no conduzcas”.
El hecho de comer y beber pausado  quizás los efectos algo disminuya, pero al final, igual en un tiempo diferente, el alcohol llegara a la sangre y afectara las capacidades del conductor.Por ello la recomendación es muy simple aunque cueste aceptarla e inventemos escusas y elaboremos mitos sobre el alcohol…..    

SI CONDUCES, NO BEBAS